El documento señala que si bien en el período 2003-2007 el empleo informal en Perú se había reducido continuamente, esa tendencia se revirtió en 2008, luego de que se perdieran 80.000 empleos formales y se crearan 660.000 trabajos informales, debido a los efectos de la crisis financiera internacional.

Es por ello que al año 2008 la participación del empleo informal fue de 73%, apenas marginalmente más baja que la tasa de 76% observada en 1997.

El informe, denominado 'Mercado laboral peruano: durante el auge y caída, añade que en 2009 la informalidad habría aumentado.

"Esto muestra que la elevada informalidad es un reto estructural, al cual no se puede hacer frente únicamente a través del crecimiento económico", refiere el BM.

Entre 2003 y 2007 la economía peruana creció a una tasa promedio de 6,5% pero sin mayor impacto en la reducción de la informalidad laboral, recuerda el diario Gestión.

Este sector que se mueve dentro de la informalidad laboral carece de beneficios laborales como vacaciones, bonificaciones, seguro social y de salud, entre otros.

El Banco Mundial subraya que la mayoría de personas que trabajan en el sector informal lo hacen en las medianas y pequeñas empresas (mypes) que constituyen el 97% de las empresas en el país.

Tras hacer notar que la abultada informalidad está asociada a la baja productividad laboral, el organismo multilateral precisa que el reto peruano no es generar suficiente empleo sino mejorar la calidad del puesto de trabajo.

El BM considera que un marco regulador apropiado puede facilitar la transición a una mayor formalidad, un incremento de la productividad del trabajo y un crecimiento del salario.