La alfombra, que no es lana o seda, sino de 'plástico inteligente', y de tan sólo diez por cuatro centímetros, logró 'volar' en un laboratorio de la Universidad de Princeton, en EE.UU., mediante la utilización de 'corriente de fluctuación'; es decir, ondas de energía eléctrica que empujan por debajo delgadas bolsas de aire desde la parte frontal hacia la trasera.
El prototipo de 'alfombra voladora', que se describe en la revista Applied Physics Letters, se mueve a una velocidad de alrededor de un centímetro por segundo.
No obstante, mejoras en el diseño podrían aumentar la velocidad hasta un máximo de un metro por segundo.
A diferencia de 'Las Mil y Una Noches' esta historia no es anónima: el creador del dispositivo es Noah Jafferis, quien se inspiró en un estudio matemático que cayó en sus manos después de comenzar sus estudios de doctorado en Princeton.
Jafferis abandonó un proyecto de impresión de circuitos electrónicos con nano-tintas para dedicarse a crear la 'alfombra mágica'.
El profesor James Sturm, quien dirigió el grupo de investigación basado en la idea de Jafferis, admitió que el proyecto parecía temerario.
'Lo difícil era controlar el comportamiento exacto del dispositivo ya que se deforma a altas frecuencias', le dijo a la BBC.
'Nos era difícil alimentar (la alfombra) con corriente para conseguir la propulsión correcta, sin tener la capacidad de predecir el modo exacto en que esta se haría ondulante', explicó.
El problema se solucionó con la colocación de sensores en cada parte del material con el fin de ajustar su funcionamiento a través de una serie de reacciones complejas. Así se logró que la alfombra ondulara.
Cerca del suelo - Sin embargo, Jafferis y los coautores del proyecto son cuidadosos en mantener la palabra 'volar' entre comillas porque el artefacto tendría más en común con un aerodeslizador que con un avión.
'Se tiene que mantener cerca del suelo', explicó Jafferis a la BBC, debido a que el desplazamiento de las ondas a través de la lámina necesita del impulso proveniente de las bombas de aire de la parte trasera.
Y Jafferis reconoce que el prototipo es limitado debido a que pequeños hilos conductores se anclan a baterías pesadas, por lo que el dispositivo sólo puede moverse pocos centímetros.
Pero, asegura, él ya está trabajando en la creación de una fuente de energía solar que podría permitir a la 'alfombra' desplazarse libremente a través de distancias grandes.
La ventaja de este tipo de propulsión, según manifiesta, es que a diferencia de aviones o aerodeslizadores, no hay partes móviles como engranajes que se rocen entre ellos.
Ondulaciones - El profesor Lakshminarayanan Mahadevan, de la Universidad de Harvard, quien escribió el artículo de 2007 que inspiró todo el proyecto, expresó una mezcla de sorpresa y alegría ante el éxito de sus colegas de Princeton.
'Noah ha ido más allá de nuestra teoría simple y de hecho construyó un dispositivo que funciona, y se comporta, al menos cualitativamente, como habíamos previsto', expresó a la BBC.
Mahadevan espera que la introducción de mejoras en un futuro próximo puedan conseguir que el dispositivo imite 'la belleza de la ondulación de dos dimensiones' de, por ejemplo, la manta raya'.
En cualquier caso, todavía falta mucho para que, con los materiales existentes, una 'alfombra mágica' sea lo suficientemente potente como para transportar a una persona.
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