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INSTITUTO DE LOS ANDES

LA CARESTÍA DE LOS ALIMENTOS

Curso de Finanzas - La carestía de los alimentos amenaza como un "tsunami silencioso" con sumir en el hambre a cien millones de personas, según denunció el martes en Londres el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas.

"La inseguridad alimentaria no sólo supone una amenaza para el hambre, también para la paz y la seguridad", dijo la jefa del PMA, Josette Sheeran, en una rueda de prensa en Londres, donde el martes participa en una reunión de expertos convocada por el primer ministro británico, Gordon Brown, para analizar esta crisis.

Una crisis que el PMA no duda en definir como el mayor desafío al que ha hecho frente en sus 45 años de historia y que, como explicó Sheeran, afecta a la labor de esa agencia de la ONU de dos formas: encareciendo y, por tanto, reduciendo la ayuda que puede prestar y obligándola a congelar algunos programas.

Así el PMA, con las mismas contribuciones que en junio pasado, ahora puede proporcionar un 40 por ciento menos de ayuda, debido a que alimentos como el arroz, el trigo o el maíz prácticamente han doblado su precio en los últimos meses.

Tras ese incremento se encuentran factores como el alza del precio del petróleo, el boom de los biocombustibles, el aumento de la demanda en los países en desarrollo y el cambio climático, que causa más inundaciones y sequías.

El PMA, que había previsto para 2008 un presupuesto de 2.900 millones de dólares para prestar ayuda a más de 70 millones de personas en alrededor de 80 países, ya hizo en febrero pasado una petición de emergencia de 500 millones de dólares a sus donantes para mantener sus proyectos ante las últimas subidas de los precios de la comida.

Pero ese agujero se ha agrandado hasta los 755 millones de dólares, subrayó Sheeran, quien era secretaria adjunta de Estado de Asuntos Económicos y Agrícolas de EEUU antes de ocupar el máximo cargo del PMA.

"Ésta es la nueva cara del hambre, los millones de personas que no estaban en una categoría urgente por hambre hace seis meses pero que ahora lo están", dijo la jefa del PMA, que también ha comparecido ante la comisión de Desarrollo Internacional del Parlamento británico.

Como consecuencia de esta situación, el PMA ha tenido que tomar la "dolorosa" decisión de suspender un programa de alimentación escolar destinado a 450.000 niños en Camboya, que empezaba en mayo próximo, a menos que se logre financiación a tiempo. Pero hay otros programas de ayuda amenazados en todo el mundo.

Para hacer frente a ese nuevo "tsunami", "que afecta a un mayor número de personas en todos los continentes", la comunidad internacional debe, a juicio de Sheeran, dar la misma "respuesta global" que a la tragedia causada por el maremoto que sacudió en 2004 el sudeste asiático, dejando 250.000 muertos.

"Necesitamos el mismo tipo de acción y generosidad", dijo la jefa del PMA, que abordará la situación con un plan de trabajo en tres fases.

A corto plazo, tratará de lograr financiación para programas de ayuda amenazados; a medio plazo, ofrecerá su capacidad logística para redes de distribución y, a largo plazo, apoyará una reforma de las políticas y asesorará a los gobiernos embarcados en programas de desarrollo agrícola.

Sheeran apostó igualmente por la colaboración con otros agentes, como otras agencias de la ONU, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), ONGs y gobiernos de todo el mundo para hacer frente a la crisis.

En la reunión convocada en Londres por Brown también toman parte representantes del Banco de Desarrollo Africano, de las organizaciones no gubernamentales Oxfam y Save the Children, así como de empresas privadas, como la cadena de supermercados Sainsbury"s.

En unos comentarios divulgados por su residencia oficial de Downing Street, antes de la reunión, el primer ministro británico pidió una acción internacional para atajar el aumento de los precios de los alimentos e insistió en que afrontar el problema del hambre en el mundo es un "desafío moral". EFE

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