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INSTITUTO DE LOS ANDES

JORGE CHÁVEZ 100 - EXPLORADORES

Homenaje a los 100 años de su proeza... 

Jorge Antonio Chávez Dartnell ( París, 13 de enero de 1887 - Domodossola, Italia, 27 de septiembre de 1910) fue un aviador peruano nacido en París, Francia. Desde joven fue reconocido por sus logros aeronáuticos. Murió en 1910 mientras cruzaba los Alpes desde Suiza (Briga) hasta Italia (Domodossola). Es el máximo héroe de la aviación civil peruana y el principal aeropuerto peruano lleva su nombre: Aeropuerto Internacional Jorge Chávez ubicado en El Callao, puerto de la ciudad de Lima.

Primeros Años - Nació en París, hijo de padres peruanos: Manuel Chávez Moreira y María Rosa Dartnell. Durante sus años de juventud, que los transcurrió en Europa, siempre prefirió el deporte y las actividades que pudieran brindarle emoción: intervino en carreras de autos y destacó en fútbol y en atletismo, llegando a ser campeón de 400 metros planos y de 1.200 metros en carreras de fondo. Su mayor pasión, sin embargo, fue la aviación. Ingresó a la Escuela Violet de electricidad y mecánica industriales, en la cual consiguió el título de ingeniero en 1910.

Chávez estudió en la escuela de aviación establecida por Henry y Maurice Farman, quienes habían construido varios modelos de aviones, obteniendo la licencia de piloto de aviación nº 32 y realizando su primer vuelo en Reims el 28 de Febrero de 1910, logrando mantenerse en el aire durante 1 hora y 42 minutos. [

Luego participó en varias competiciones aéreas: Biarritz, Niza, Tours (en ésta logró cubrir una distancia de 142 kilómetros), la semana de Lyon, Budapest, Rouen y Champagne. En julio de 1910 se decidió por el monoplano Blériot y en los balnearios de Blackpool y Bournemouth (Inglaterra) alcanzó el récord de altura con 1.755 metros. Luego volvió a batir el récord mundial de altura en Issy-Les-Moulinreaux, llegando a volar a 2.652 metros.

Luego de sus éxitos anteriores, Chávez decidió emprender el primer vuelo que lograría cruzar los Alpes, en respuesta a un ofrecimiento de ,000 por parte de un aeroclub de Italia para el primer aviador que regresara vivo de un vuelo de tal envergadura. Hubieron tres concursantes, uno de los cuales – de nacionalidad italiana - fue eliminado por no presentarse a tiempo; el otro, un norteamericano, debió retirarse tras dos intentos fallidos.

Luego de varios retrasos debido al mal tiempo en la zona, despegó de Ried-Brig, Suiza el 23 de Septiembre de 1910, pasando por el Puerto del Simplón. Antes de partir dijo: Whatever happens, I shall be found on the other side of the Alps. 51 minutos después llegó a su destino final, la ciudad de Domodossola, Italia, logrando la hazaña, pero un fuerte viento rompió las alas de su frágil monoplano y cayó en picada desde 20 metros de altura.

Se descubrió poco después que una pieza de unión entre el fuselaje y un ala presentaba señales de una rotura anterior y había sido reparada de forma defectuosa con clavos. Herido, Chávez fue conducido al hospital local, mientras recibía mensajes de felicitación por su hazaña de personalidades como el Rey de Italia y el Presidente de Francia. No perdió la conciencia ni tuvo lesiones internas, solamente fracturas en las piernas y algunas contusiones en el rostro, sin embargo tuvo una larga agonía, antes de morir 4 días después, debido a un shock traumático y hemorrágico causado por una fuerte caída a baja altura; era insuficiente su sangre circulante al desangrarse por las fracturas de las piernas. Dado el nivel de la medicina de entonces no era posible efectuarle una transfusión que hubiera sido salvadora, sólo le suministraron purgantes y se le hizo beber café y un poco de champagne. Durante su agonía pronunció, según Luigi Barzini, frases entrecortadas como: “la altitud, la altitud”, “el motor, el motor”, “quiero levantarme”. Parece que sus últimas palabras fueron: “No, no, yo no me muero”, pero la versión de Juan Bielovucic ha sido la más difundida: “¡Arriba… más arriba todavía!”. El poeta italiano Giovanni Pascoli concluyó una elegía en su nombre de esta manera: “Cae con su gran alma sola siempre subiendo. ¡Ahora sí, él vuela!”.

La muerte de Jorge Chávez causó gran conmoción en el mundo de la aviación (por aquellos años su proeza sólo era comparable con la del vuelo de Lindbergh, que unió Estados Unidos con Europa). Domodossola y Brig, ciudades de inicio y arribo de su vuelo final, dedicaron monumentos en su honor. En Perú, Chávez se convirtió en ícono para instituciones como la Fuerza Aérea del Perú.

En septiembre de 1957 un avión militar francés repatrió los restos mortales del aviador a Lima desde Francia para ser depositados en un mausoleo construido especialmente para él en la Base Aérea de Las Palmas, Lima. Se construyó un monumento en su homenaje en el Campo de Marte de Lima.

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