"No hay problemas que no se puede resolver, hay los que son difíciles de resolver", declaró en una entrevista a una compañía cinematográfica cuyos extractos publica el diario Komsomolskaia Pravda.

Evocando sus recuerdos de la escuela, el sabio solitario, que rechazaba hasta ahora todo contacto con los medios de comunicación, indicó que lo que él quería era explicar una leyenda de Jesús.

"Usted debe recordar la leyenda bíblica sobre Jesucristo, según la cual él caminaba sobre las aguas. Yo debía calcular la velocidad con la que caminaba para no hundirse", explicó. En la medida en que "la leyenda sigue existiendo, esto quiere decir que no me equivoqué", prosiguió. "Un niño aprende desde el nacimiento. Si se puede entrenar los brazos y las piernas, ¿por qué no se puede entrenar el cerebro?", se preguntó.

Perelman explicó por otro lado que renunció a la recompensa de un millón de dólares, otorgada el año pasado por la Clay Mathematics Institute (CMI) por la solución del problema, porque él sabía "cómo gobernar el Universo". "Yo sé cómo gobernar el Universo. ¿Por qué tendría que correr detrás de un millón?!", declaró.

El matemático, de 44 años, que vive con su madre en un barrio periférico de San Petersburgo, fue designado en marzo de 2010 como el ganador de uno de los premios del milenio del CMI por haber publicado en internet la solución del problema de topología planteado, en 1904, por el matemático francés Henri Poincaré. Después de varias semanas de suspenso, Perelman anunció que había "rechazado" el premio debido a un "desacuerdo" con la comunidad matemática.