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INSTITUTO DE LOS ANDES

(02) LA FILOSOFIA

TEORIA DE LAS VENTANAS ROTAS

Cesar G. Fung - En 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof.
Phillip Zimbardo realizó un experimento de psicología social.  Dejó
dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma
marca, modelo y hasta color..  Uno lo dejó en el Bronx, por entonces
una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una
zona rica y tranquila de California.  Dos autos idénticos abandonados, dos
barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en
psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.

Resultó que el auto abandonado en el Bronx comenzó a ser
vandalizado en pocas horas.  Perdió las llantas, el motor, los
espejos, el radio, etc.  Todo lo aprovechable se lo llevaron, y lo que
no lo destruyeron.  En cambio el auto abandonado en Palo Alto se
mantuvo intacto..

Es común atribuir a la pobreza las causas del delito.
Atribución en la que coinciden las posiciones ideológicas más
conservadoras, (de derecha y de izquierda).  Sin embargo, el
experimento en cuestión no finalizó ahí, cuando el auto abandonado en
el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana
impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto.

El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el
Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo
al mismo estado que el del barrio pobre.  ¿Por qué el vidrio roto en
el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz
de disparar todo un proceso delictivo?

No se trata de pobreza.  Evidentemente es algo que tiene que
ver con la psicología humana y con las relaciones sociales.

Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de
deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos
de convivencia, como de ausencia de ley, de normas, de reglas, como
que vale todo.  Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y
multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se
vuelve incontenible, desembocando en una violencia irracional.

En experimentos posteriores (James Q. Wilson y George
Kelling), desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', misma que
desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor
en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato
son mayores.

Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo
repara, pronto estarán rotos todos los demás.  Si una comunidad exhibe
signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí
se generará el delito.

Si se cometen 'pequeñas faltas' (estacionarse en lugar
prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y
las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y
luego delitos cada vez más graves.  Si se permiten actitudes violentas
como algo normal en el desarrollo de los niños,  el patròn de
desarrollo serà de mayor violencia cuando estas personas sean adultas.

Si los parques y otros espacios públicos deteriorados son
progresivamente abandonados por la mayoría de la gente (que deja de
salir de sus casas por temor a las pandillas), esos mismos espacios
abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los
delincuentes.

La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a
mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se
había convertido en el punto más peligroso de la  ciudad.  Se comenzó
por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el
lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público,
evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes.  Los
resultados fueron evidentes.  Comenzando por lo pequeño se logró hacer
del metro un lugar seguro.

Posteriormente, en 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva
York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia
del metro, impulsó una política de 'tolerancia cero'.

La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no
permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia
urbana.

El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los
índices criminales de la ciudad de Nueva York.

La expresión 'tolerancia cero' suena a una especie de solución
autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la
prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad.   No se
trata de linchar al delincuente, ni de la prepotencia de la policía,
de hecho, respecto de los abusos de autoridad debe también aplicarse
la tolerancia cero.

No es tolerancia cero frente a la persona que comete el
delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. 

Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y
de los códigos básicos de la convivencia social humana.

 Frente a la cantidad de mentiras y mediocres explicaciones
dadas por algunos de nuestros  Gobernantes de turno, directores de
instituciones educativas, jefes y lìderes comunitarios sobre este
tema, es bueno volver a leer esta teoría y de paso, difundirla.

ALGO HICIMOS MAL...

Óscar Arias - Presidente de la República
Palabras del presidente Óscar Arias en la Cumbre de las Américas
Trinidad y Tobago
18 de abril del 2009
 
Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y
latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de
América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es
para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros.
 
No creo que eso sea del todo justo.
 
No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que
Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras
universidades de ese país. No podemos olvidar que en este continente, como
en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o
menos iguales: todos eran pobres.
 
Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se
montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia,
Nueva Zelanda... y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como
un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad.
 
También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América
Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que
Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera
con la Biblia en su mano dispuesto a construir "una Ciudad sobre una
Colina", una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos
que llegaron a Estados Unidos.
 
Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil
tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60
años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur -en
cuestión de 35 ó 40 años- es un país con $40.000 de ingreso anual por
habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos.
 
¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal.
Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad
promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países
asiáticos. Ciertamente no es el caso de países como Estados Unidos y Canadá,
con la mejor educación del mundo, similar a la de los europeos. De cada 10
estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos
países solo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidad
infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio en los países
asiáticos más avanzados es de 8, 9 ó 10.
 
Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto
interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no
le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la
culpa de eso, excepto nosotros mismos.
 
En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un
ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15
ó 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados
Unidos, es culpa nuestra.
 
En mi intervención de esta mañana, me referí a un hecho que para mí es
grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del
siglo XX, que parece ser el que estamos poniendo en práctica también en el
siglo XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el
mundo rico dedique 100.000 millones de dólares para aliviar la pobreza del
80% de la población del mundo -en un planeta que tiene 2.500 millones de
seres humanos con un ingreso de $2 por día- y que gaste 13 veces más
($1.300.000.000.000) en armas y soldados.
 
Como lo dije esta mañana, no puede ser que América Latina se gaste $50.000
millones en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro?
 
El enemigo nuestro, presidente Correa, de esa desigualdad que usted apunta
con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; es que no
gastamos en la salud de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura
necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no
estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del
medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza;
 
es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a
nuestros hijos y a nuestras hijas.
 
Uno va a una universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los
sesenta, setenta u ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre
de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo
cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso
francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de
pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi
que coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asiáticos, no de los
latinoamericanos. Y yo, lamentablemente, coincido con ellos. Porque mientras
nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías, seguimos discutiendo sobre
todos los "ismos" (¿cuál es el mejor? capitalismo, socialismo, comunismo,
liberalismo, neoliberalismo, socialcristianismo...), los asiáticos
encontraron un "ismo" muy realista para el siglo XXI y el final del siglo
XX, que es el pragmatismo . Para solo citar un ejemplo, recordemos que
cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse
dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una
manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas
que lo habían acompañado en la Larga Marcha: "Bueno, la verdad, queridos
camaradas, es que mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único
que me interesa es que cace ratones" . Y si hubiera estado vivo Mao, se
hubiera muerto de nuevo cuando dijo que " la verdad es que enriquecerse es
glorioso ". Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a
un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza,
nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber
enterrado hace mucho tiempo atrás.
 
La buena noticia es que esto lo logró Deng Xioping cuando tenía 74 años.
Viendo alrededor, queridos Presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los
74 años. Por eso solo les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los
cambios que tenemos que hacer.
 
Muchas gracias.

RELIGION Y CIENCIA

Ciencia y religión deben aunarse para superar los desafíos actuales

Adam Frank va más allá del enfrentamiento ciencia-religión a través de los mitos y del sobrecogimiento de la experiencia científica

Adam Frank, astrofísico de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, ha publicado un libro titulado The Constant Fire: Beyond the Science vs. Religion Debate, en el que se da un giro de 180º a la discusión entre ciencia y religión. Según Frank, la coexistencia de ciencia y religión no sólo es posible sino necesaria, porque ambas son propósitos sagrados que, solamente unidas, podrán servir al interés común: superar todos los desafíos a los que en la actualidad se enfrenta el ser humano. Pero, para conseguir que cooperen para tal fin, sería necesaria una lectura menos literal de los mitos de las religiones particulares y, desde el punto de vista de la ciencia, se debería comprender que existe un logos en la construcción de los mitos, y que éstos responden a las mismas cuestiones de la ciencia, pero a un nivel mucho más profundo, el nivel mítico. Por Yaiza Martínez.

Adam Frank, profesor de astrofísica de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, dedicado a estudiar la formación y la muerte de las estrellas utilizando ordenadores superpotentes, acaba de publicar un libro titulado The Constant Fire: Beyond the Science vs. Religion Debate (“El fuego constante: más allá del debate ciencia-religión”), en el que se aleja de los estancados parámetros de la discusión ciencia-religión para adentrarse en un campo más amplio: el de la experiencia espiritual de los seres humanos.

Tal y como se describe en la presentación del libro, Frank aborda en su obra el sobrecogimiento que le produce la observación científica que, según él, es un sobrecogimiento puramente espiritual.

La coexistencia de ciencia y religión (especialmente de los mitos) no sólo es posible, sino necesaria, señala el autor, puesto que ambas explicaciones del universo están llenas de sentido y aportan valor a lo que nos rodea.

The Constant Fire (el título del libro procede de un verso del poeta estadounidense Wallace Stevens ) surge de la combinación de la experiencia de Frank como astrofísico y de sus lecturas de los grandes intelectuales de la religión, la filosofía y la mitología.

Y alcanza a encontrar el “tejido conectivo” entre ciencia y religión, su aspecto común como objetivos sagrados, mostrando cómo se puede ir más allá del enfrentamiento entre ambas interpretaciones de la realidad para alcanzar una experiencia más profunda del mundo como sagrado. Según Frank, se puede abrazar la ciencia sin renunciar a la espiritualidad humana.

Nuevos ateos

De hecho, el autor cree que las religiones están enraizadas en mitos de los que podemos aprender hoy día muchas cosas. Él los relaciona con la actualidad, viendo similitudes entre lo que relatan y lo que ocurre hoy, como en el caso del diluvio universal bíblico y el actual calentamiento global.

En una interesante entrevista realizada al autor en el Rochester CITY newspaper, Frank afirma sentirse como un evangelista de la ciencia, porque considera que es ésta la que le ha enseñado que hay algo más, que la experiencia contiene una cualidad sagrada.

El autor señala que, aún no estando interesado en deidad alguna ni en ninguna doctrina particular, la ciencia le ha permitido comprender lo que siente la gente verdaderamente religiosa, profundamente implicada en sus vidas espirituales.

Por eso, considera que hacer llegar los avances científicos a todo el mundo conlleva respetar la sensibilidad espiritual de los demás, y no enfrentar de manera sistemática a ateos y religiosos, como han intentado en los últimos años científicos como Sam Harris, Christopher Hitchens o Richard Dawkins.

Estos “nuevos ateos” no comprenden que la religión siempre ha jugado un importante papel dentro de la sociedad y que es un fenómeno humano, afirma Frank.

Sensibilidad religiosa y desafíos actuales

Los mitos son un tema central de “The Constant Fire” porque Frank no está interesado en dogmas o doctrinas sino, más bien, en la experiencia individual de las personas con un propósito espiritual.

Este propósito es importante, independientemente de su forma, porque sólo nos quedan unos 100 años para encontrar la manera de gestionar el proyecto de esta civilización.

Cambio climático, fin del petróleo, la superpoblación: nuestra sociedad global se enfrenta a desafíos que nunca antes había tenido que afrontar. La ciencia será parte de la solución, pero la ciencia por sí sola no puede dar respuesta a todos los problemas.

Por eso, resulta esencial que la gente posea ese sentimiento innato de que vive y participa en un mundo, un mundo en el que cada uno puede mantener su sensibilidad religiosa particular, y que ésta tiene su sitio dentro de una cultura científica.

Según Frank, el camino para que esta combinación sea posible pasa porque las doctrinas particulares abandonen las interpretaciones literales de sus mitos: debemos aprender a dar una interpretación más abierta y menos literal de todas estas tradiciones para poder encontrar la comprensión mutua.

Origen común

Desde la perspectiva científica, por otro lado, se debe comprender que existe un logos (lógica y razón) en la construcción de los mitos, y que éstos responden a las mismas cuestiones que intenta responder la ciencia, pero a un nivel mucho más profundo, el nivel mítico.

Acercarse a la mitología permite entender que la ciencia nunca ha existido sola, que siempre hemos contado con relatos más profundos que nos muestran el sentido de la belleza de un orden presente en el mundo, e invisible.

Si a ese orden se le quiere llamar “Dios”, adelante. Si se le quiere llamar “misterio”, realmente existe un nivel de la existencia que es misterioso. Desde la perspectiva científica, ninguna ecuación que podamos desarrollar podrá alcanzar y terminar con dicho misterio.

Si se estudia la herencia mitológica humana, afirma Frank, se encuentran respuestas a las grandes preguntas científicas, por ejemplo, en las historias de Indra, dios principal de la cultura védica en la India, podemos encontrar referencias a los múltiples universos. Debemos ir más allá del enfrentamiento entre ciencia y religión, para encontrar las raíces de donde ambas corrientes de conocimiento emanaron.

Yaiza Martínez - Tendencias en las Religiones

LA FILOSOFIA DEL TIBURON

Enviado por: Ing. Ricardo Goldenberg

Asunto: La filosofia del tiburon

Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a apón no han tenido muchos peces por décadas.

Así que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes y así pudieron ir mar adentro todavía más lejos.

Mientras más lejos iban los pescadores, más era el tiempo que les tomaba regresar a la costa a entregar el pescado.

Si el viaje redondo tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco. A los japoneses no les gusta el sabor del pescado cuando no es fresco…

Para resolver este problema, las compañías pesqueras, instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores. Además los congeladores permitían a los barcos ir aún mas lejos y por más tiempo.

Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el pescado fresco, y no les gusto el pescado congelado. El pescado congelado se tenía que vender más barato….

Así que las compañías instalaron tanques para los peces en los barcos pesqueros. Podían así pescar los peces, meterlos en los tanques, mantenerlos vivos hasta llegar a la costa de Japón.

Pero, después de un poco de tiempo, los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados pero vivos. Desafortunadamente, los japoneses también notaron la diferencia del sabor. Porque cuando los peces dejan de moverse por días, pierden el sabor ’fresco-fresco’ .

Los japoneses prefieren el sabor de los peces bien vivos y frescos, no el de los peces aburridos y cansados que los pescadores les traían…

¿Cómo resolvieron el problema las compañías pesqueras japonesas? ¿Cómo consiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco? Si las compañías japonesas te pidieran asesoría, ¿qué les recomendarías?

Tan pronto como alcanzas tus metas; Tales como empezar una nueva empresa, pagar tus deudas, encontrar una pareja maravillosa, o lo que sea . Tal vez pierdas la pasión. Ya no necesitarás esforzarte tanto, así que solo te relajas.

Experimentas el mismo problema que las personas que se ganan la lotería, o el de aquellas personas que heredan mucho dinero y que nunca maduran, o el de las personas que se quedan en casa que se hacen adictos a los medicamentos para la depresión o la ansiedad.

Como el problema de los pescadores japoneses, la mejor solución es sencilla. Lo dijo L. Ron Hubbard a principios de los años 50. ’Las personas prosperan, extrañamente más, solo cuando hay desafíos en su medio ambiente’. Hubbard escribió en su libro -Los beneficios de los desafíos- ’mientras más inteligente, persistente y competente seas, más disfrutas un buen problema’.

Si tus desafíos son del tamaño correcto, y si poco a poco vas conquistando esos desafíos, te sientes feliz. Piensas en tus desafíos y te sientes con energía. Te emociona intentar nuevas soluciones. Te diviertes, y te sientes vivo!

Así es como los peces japoneses se mantienen vivos: para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras todavía ponen a los peces dentro de los tanques en los botes pesqueros.

Pero ahora ellos ponen también... ¡UN TIBURÓN pequeño! Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos… ¡Los peces son desafiados! Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, ¡para mantenerse vivos!!

En lugar de evitar los desafíos, brinca hacia ellos y dales una paliza. Disfruta el juego. Si tus desafíos son muy grandes o son demasiados, nunca te rindas. El fracaso te cansará aún más. Mejor, reorganízate. Encuentra la determinación, la información, el conocimiento y la ayuda que requieras.

Cuando alcances tus metas, proponte otras mayores. Una vez que satisfagas tus metas familiares, busca alcanzar las metas de tu grupo, tu comunidad, hasta de la humanidad completa.

Nunca crees el éxito para luego acostarte sobre él. Tu tienes recursos, habilidades y capacidades para lograr lo que te sueñas, para hacer la diferencia, para lograr el cambio que te propones.

Así que, invita un tiburón a tu tanque, y descubre ¡qué tan lejos realmente puedes llegar!

Humm..........aunque creo que mejor es ser tiburón!!!

COSMOGONÍAS Y COSMOVISIONES

Por: Adolfo Castilla - Presidente de la Asociación Española de Planificación y Dirección Estratégica.

Debemos admitir en definitiva la existencia de una relación entre las grandes ideas, concepciones e interpretaciones sobre nuestra naturaleza, nuestro mundo y lo que los hombres hacemos en él y la realidad que creamos, con particular referencia a la realidad tecnológica. No hay grandes explicaciones sobre dicha relación, entre otras cosas porque nunca será directa y matemática, y porque al fin y al cabo la historia de la humanidad consciente no es tan larga como pudiera parecernos. Como hemos dicho anteriormente la historia del hombre moderno comienza con el Renacimiento lo que significa un periodo de apenas 500 años. Nada en términos de "cosmogonías".

Cosmogonía es una palabra que se refiere, estrictamente hablando, a la formación primigenia de la materia y al origen del mundo, pero que en un sentido más particular es también utilizada para designar a las grandes interpretaciones generales del hombre sobre su mundo y sobre lo que el mismo hombre hace en él. Alternativamente se puede hablar de “cosmovisiones” una palabra más acorde con nuestro propio idioma.

Interpretada en el segundo sentido, se puede decir que en lo relativo al mundo occidental, han existido una serie de grandes "cosmogonías" o “cosmovisiones”.

La “animista” de la antigüedad más lejana, prevaleciente todavía en algunos reductos, llevaba a creer en un devenir del mundo del que el hombre formaba parte y sobre el que tenía muy poco que hacer. La vida y el mundo es el río que nos lleva, y sólo tenemos que acomodarnos y dejarnos llevar.

Como sabemos, esa posición básica de que las cosas no dependen del hombre, especialmente en lo físico, hace que la tecnología evolucione relativamente poco y la actuación sobre el entorno sea mínima en términos diarios y corrientes..

La “divino-mitológica”, en la que hay que situar a grandes épocas y civilizaciones, desde los egipcios, a los griegos, romanos y muchas otras alrededor del mundo, es la segunda cosmogonía utilizada en este trabajo. La vida seguía en esas épocas siendo un devenir, pero los hombres habían imaginado la existencia de un mundo distinto habitado por dioses que tenían pasiones, actuaban unos contra otros y cambiaban y transformaban las cosas ejerciendo su poder y su fuerza. El hombre tomó entonces conciencia de la muerte y la imaginó como un tránsito hacia ese otro mundo, creyendo firmemente en la repetición en el nuestro de lo que los dioses hacían en el suyo, incluyendo guerras, conquistas, esclavitud y dominio.

En lo relativo a ciencia y tecnología se avanzó mucho en navegación, monumentos, obras militares e infraestructuras civiles pero la mayor parte de ellas dependían de la fuerza física del hombre y de algunos mecanismos muy elementales disponibles desde épocas remotas. Eran actividades manuales, repetitivas, aprendidas viendo y haciendo.

La cosmovisión “occidental-cristiana” constituye otra visión del mundo en la que la existencia de un Dios todopoderoso, creador, mantenedor y cuidador del mundo, de los hombres y de las cosas, inunda toda la vida de las personas. El hombre sólo tiene que interpretar la naturaleza y la vida a la luz de lo que Dios ha manifestado y debe avanzar en conocimiento fuertemente apegado a la teología y la religión.

Se avanza enormemente en esa época en humanización y dignificación de todos los seres humanos y muchos admiramos las aportaciones del humanismo cristiano al mundo de nuestros días, pero en términos de ciencia y tecnología las cosas no fueron muy allá. El hombre noble, seguía ocupándose como en la época de Platón el hombre noble y libre, de la filosofía, de la lógica, de la teología y de la religión.

Se construyeron grandes catedrales en honor de Dios pero su diseño, la forma de levantarlas, los materiales, las herramientas y las enormes cantidades de mano de obra empleada no eran objeto de reflexión formal alguna. Todas esas actividades se mantenían todavía en el terreno de la artesanía y de acción manual en los que la labor especulativa de la mente era poco necesaria.

EL PODER DE LAS IDEAS CIENTIFICAS

Por: Adolfo Castilla - Presidente de la Asociación Española de Planificación y Dirección Estratégica.

Prospectiva de las Ideas - Volvemos después de una larga temporada sin intervenciones a los temas tratados en este blog. Continuamos con el tema de Prospectiva de las Ideas al que hemos dedicado cierta cantidad de reflexión e investigación en los últimos meses

El poder de las ideas científicas

José Manuel Sánchez Ron, el conocido historiador de la ciencia español, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, se ha referido en diversas de sus obras al poder de las ideas científicas. En su libro El Poder de la Ciencia. Historia social, política y económica de la ciencia (siglos XIX y XX), se refiere con amplitud a la influencia de las ideas relacionadas con la naturaleza en el mundo en su conjunto, es decir en los hombres y en las sociedades por él creadas. En la versión actualizada y ampliada publicada en 2007, incluye dos capítulos titulados El Poder de las Ideas, uno dedicado a Darwin, que cubre también el impacto de las ideas de Newton, y otro dedicado a Einstein, muy extenso y detallado. (Sánchez Ron, 2007)

Todas las explicaciones aportadas en ellos son claros ejemplos de cómo las ideas científicas más abstractas –caso especialmente aplicable a las teorías de la relatividad especial y general de Einstein-- terminan captando la atención, no sólo de los científicos, sino de los legos y del público de la calle en general.

En los dos capítulos se pueden ver con precisión los procesos de difusión de las ideas científicas, vertical y horizontalmente, y sus impactos en las diversas actividades del hombre. Se comprueba en ellos cómo la sociedad se impregna de las nuevas ideas y asimila las nuevas concepciones y cómo éstas terminan afectando a las personas, a sus actividades y, a su debido tiempo, a sus valores y a sus actitudes ante la vida.

Se refieren con bastante detalle y a través de ejemplos concretos, al impacto de las ideas de los grandes autores científicos en la política, en la pintura, en la literatura, en la filosofía y en la arquitectura. No hace ninguna referencia sin embargo a la influencia de las ideas en el mundo de la tecnología y de las aplicaciones prácticas. En el fondo tales referencias no son necesarias, ya que la ciencia, no directamente, pero sí a través de procesos muy conocidos, está ligada a la tecnología de forma muy diversa.

En primer lugar son los mismos científicos los que construyen a veces aparatos relacionados con sus ideas para comprobarlas, analizarlas y desarrollarlas, y en segundo, los tecnólogos suelen estar al tanto de los avances científicos aunque sólo sea en términos muy generales y sin conocer, a veces, el funcionamiento exacto de la teoría científica. Alexander Graham Bell, por ejemplo, inventó el teléfono y la telefonía, algo que se basa en el electromagnetismo y la inducción eléctrica, sin conocer a fondo dichos fenómenos y malinterpretando al principio la forma cómo las ondas electromagnéticas generadas por la vibración sonora a través de un electroimán se superponían a la corriente principal existente en un circuito eléctrico.

Lo mismo se puede decir de Edison, de Marconi y de otros inventores populares de finales del siglo XIX y principios del XX. Eran personas curiosas y relativamente al tanto de los avances científicos. Sabían lo suficiente de ellos para intentar aplicarlos y lo suficientemente poco para no verse coartados en su labor inventora por las barreras y limitaciones impuestas a veces por el conocimiento profundo de algo.

Bienvenido a AESPLAN -  Es una asociación de profesionales de la Dirección Estratégica de la Empresa constituida en Madrid en 1984 que realiza actividades diversas en pro de la Estrategia y de la Dirección.

Como presidente de esta asociación le damos la bienvenida a nuestra web y le invitamos a comentar estos articulos publicados por el Instiituto de los Andes de Lima, Perú.
Adolfo Castilla

ABRAHAM, EL PROFETA

Filosofía Gerencial -  Grandes Personajes del Pensamiento Universal 

 

Abraham nació en la ciudad de Ur, Mesopotamia, en Asia occidental, aproximadamente 2000 años antes de Cristo. Vivió en una época en que la gente era incivilizada e ignorante. Sus contemporáneos adoraban a muchos ídolos y creían que éstos hacían milagros. Solían hacer sacrificios humanos, quemándolos vivos.

Abraham era calificado de hombre sublime, por sus grandes cualidades: muy amable, de corazón puro, de majestad espiritual, de dignidad y valor, propios de un verdadero rey. "era manso, compasivo, inclinado a la indulgencia" y "sometido a Dios". Poseía un gran sentido de rectitud y justicia.

Abraham rechazó firmemente a los ídolos y destruyo a todos cuanto pudo. "Se puso en pugna con su pueblo, con su tribu y hasta con su familia", lo cual le atrajo la enemistad de todos. Furiosos contra él, desataron una tremenda oposición, indignados de estas nuevas enseñanzas. "Solo y sin ayuda, hizo frente a una tribu poderosa..

Dios ordenó a Abraham dejar su patria y su familia para ir a otra tierra y le prometió grandes bendiciones para él y toda su descendencia: "Jehová había dicho a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre... y serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Génesis 12:1,,2,3).

En la tradición hebrea, Abraham ocupa una posición eminente. Es considerado la roca sobre la cual Dios estableció el mundo y un símbolo de la fe en la promesa de Dios y obediencia a su llamado.

No existe una religión que lleve el nombre de Abraham pero él sentó la base de la creencia en un solo Dios, sobre la cual el Judaísmo fue establecido más tarde por Moisés.

KRISHNA

FILOSOFIA GERENCIAL  - GRANDES PERSONAJES DEL PENSAMIENTO UNIVERSAL

Krishna, El Gran Mensajero Divino De La India.

Krishna, nació en Matura (India) hace 3000 años aproximadamente según varios autores. El es profundamente reverenciado por millones de hindúes como un gran Salvador. Es uno de los principales fundadores del Hinduismo, la cual es una de las más antiguas religiones del mundo.

Existen leyendas sobre la vida de Krishna que demuestran un paralelo extraordinario con la vida de Cristo. Según estas leyendas, Krishna nació de una madre virgen y su nacimiento fue anunciado por la aparición de un nuevo astro. Gobernaba en aquella época un tirano. Se pronosticó que Krishna anularía su poder opresivo, por lo tanto, el tirano decidió matarle. Su madre, temerosa de esta amenaza, huyó con él durante la noche y se refugiaron al otro lado del río Huma.

Les enseño la conducta correcta y altas normas de virtud y justicia. Era santo y sabio y le caracterizaba tanta humildad, que lavaba los pies de sus amigos. Realizó muchos milagros, logró desarrollar la espiritualidad en numerosos seguidores, les transformó con su poder celestial, la belleza de su Espíritu y majestad divina.

Krishna estableció una gran reforma en su país, por lo cual surgió la oposición contra Él y murió crucificado en la base de un árbol y su cuerpo atravesado por una flecha.

El libro más antiguo del Hinduismo se titula "Rig-Veda", que, en sánscrito significa: Conocimiento Sagrado.

Krishna enseño que la verdadera religión es una sinfonía espiritual, cuya nota principal es el amor de Dios y las demás notas son: el perdón, la paciencia, la veracidad, la meditación, la justicia, la misericordia... pero siempre recalcó que el gran motivo primordial y espiritual de la Divina Sinfonía es el amor de Dios, el poder motriz que controla todo el universo y que constituye la ley de atracción que da vida al mundo material. Este mismo Amor Divino es la ley fundamental de todas las religiones, el que da vida eterna a las almas y moldea en una sola unidad los corazones y mentes de los seres humanos. La Regla de Oro de la Religión Hindú es: "La verdadera ley es respetar y obrar con las cosas de los otros de la misma manera como se obra con las propias".

Krishna dijo en la Bhagavad-Gita: "Has de saber que cuando la virtud y la justicia decaen en el mundo y se entronizan el vicio y la injusticia, entonces Yo, el Señor, Me manifiesto como un hombre entre los hombres y, mediante mi influencia y enseñanzas, destruyo el mal y la injusticia para sustituirlas con la virtud y la justicia. He aparecido muchas veces y aún apareceré muchas más." "Cuando la religión se debilita y la irreligión prevalece, habrá un avatar".