Según la página del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de Argentina muestra que la multinacional Monsanto lleva solicitadas 261 patentes en la Argentina. Solo en los primeros diez meses de 2006, último año con registros accesibles para el público general, presentó 33 solicitudes.
Según los expertos en patentamiento, la estrategia de la compañía apunta generar una red de patentes vinculadas entre sí que termine por bloquear el acceso de terceros a la innovación tecnológica.
En 2006, la compañía solicitó patentes para semillas de maíz con lisina libre mejorada o métodos para producir semillas híbridas.
Pero la compleja red que la compañía está montando en el sistema legal argentino abarca hasta patentes para “una sembradora configurable a medida y método de siembra que la utiliza”.
La descripción del artefacto y sistema es “un método de siembra de parcelas de ensayo con diferentes semillas en un campo incluye cargar una sembradora de múltiples hileras con una primera semilla y atravesar el campo y sembrar una parcela de ensayo de la parcela de ensayo de la primera semilla en una porción del campo de ensayo; retirar automáticamente la primera semilla de la sembradora de múltiples hileras y cargar una segunda semilla en la sembradora de múltiples hileras y atravesar el campo y sembrar una parcela de ensayo de la parcela de ensayo de la segunda semilla en el campo”.
“El problema es que no hay mucha capacidad en sectores que podrían verse afectados o limitados por la red de patentes que está montando la compañía para objetarlas. Por lo tanto, presentando un gran número, relacionadas entre sí, la compañía aumenta las probabilidades de obtener esas patentes”, agregan las fuentes.
Pero sin duda, una de las que más preocupa porque tendría una afectación directa para los productores rurales, es la solicitud por la cual se busca patentar al herbicida glifosato como fungicida.
La solicitud se presentó en febrero de 2005 y lleva como título Métodos para Controlar Patógenos de Plantas que Utilizan N-Fosfonometilglicina.
En la breve descripción que acompaña la solicitud, la compañía describe el hallazgo como “composiciones y métodos para el control de enfermedades en plantas. Las composiciones incluyen glifosato como el compuesto activo, métodos y composiciones para prevenir y tratar infecciones por plagas en plantas tolerantes al glifosato”.
“Una cosa sería registrar al glifosato como fungicida y otra muy distinta solicitar una patente. Es necesario estudiar esta solicitud, porque podríamos estar frente a una caja de Pandora con consecuencias inimaginables para los productores agropecuarios, porque ¿quién podría asegurar que el glifosato se utilizó como herbicida o como fungicida?”, señalan las fuentes. “Hay que estar alertas”, agregan.
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