NUEVO LIBRO - HISTORIA DEL TÉ
Un admirado y querido tío
Manuel Céspedes Anzoleaga,
Impenitente bebedor de té.
Desde el mundo inmaterial de los poetas
Me sugirió como cierre de este libro.
una oración.
Madre naturaleza.....
Óyeme con la perspicua mudez
Del sentido óptimo
de tu inmensa sabiduría
Cuando mi cuerpo
Vuelva a tu seno de tierra
Y mis células nutran
Los gérmenes de otras existencias
No me alejes del bien
No me separes de mi amada: la belleza
Deposítame en la albura
Disuelve mi polvo en la clorofila
Conque esmalta los campos
Tu pincel de cristal
En mi nueva vida
Apártame del ritmo de la sangre
Conságrame a la silenciosa
Y útil misión de la savia
Madre Naturaleza: vuélveme un arbusto de té
Y seré puro y bueno
Como esos seres imperturbables y sencillos
Y como ellos, sólo amaré la luz
Y no tendré otro deseo que el agua clara
Y vistiéndome de mi mismo
Miraré en mi corazón
Con mis ojos sin pupilas
Y en la silenciosa poesía del paisaje:
En vez de pensamientos
Daré infusiones de té.
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