SISTEMA MOR: LAS CLAVES DEL TALENTO
No es cierto, asegura el autor, que el talento sea un don misterioso que responde a cuestiones azarosas o genéticas. Después de todo, ¿por qué un club de tenis ruso sin recursos forma a algunas de las mejores jugadoras del mundo? Y, ¿por qué una escuela de Dallas logra grandes estrellas del pop? Los últimos descubrimientos científicos, señala, demuestran que la capacidad para potenciar las habilidades reside en la mielina, que rodea el núcleo de las neuronas.
La mielina es una lipoproteína que constituye un sistema de bicapas fosfolipídicas formadas por esfingolípido. Se encuentra en el sistema nervioso, en concreto formando vainas alrededor de los axones de las neuronas en seres vertebrados y permite la transmisión de los impulsos nerviosos entre distintas partes del cuerpo gracias a su efecto aislante.
Este esfingofosfolípido está formado por un alcohol llamado esfingol, una cadena de ácido graso, fosfato y colina.
En el sistema nervioso periférico, nervios craneales y raquídeos, las vainas de mielina están formadas por capas de lípidos y proteínas producidas por las células de Schwann (tipo de células de la glía (tejido nervioso no neuronal) en los axones de las células que se encuentran fuera del sistema nervioso central y por las células llamadas oligodendrocitos en los axones de las células del sistema nervioso central.
Las células de Schwann se caracterizan por poseer una gran relación de membrana celular comparada con su poco volumen celular. Precisamente es en la membrana donde se encuentra la mielina, y como las células de Schwann se enrollan sucesivamente en zonas concretas de los axones, forman las llamadas vainas.
La vaina de mielina envuelve al axón excepto en los nódulos de Ranvier, que son espacios situados entre las vainas de mielina. La mielina actúa como aislante electroquímico, permitiendo el transporte saltatorio del impulso nervioso.
Las zonas no mielinizadas de la neurona, reciben el nombre de Nodos de Ranvier. La mielina es un aislante del impulso nervioso, por lo que éste se transmite a saltos de nodo a nodo. Así pues, la transmisión del mensaje es más rápida, y cuando más mielinizada esté la célula neuronal, más rápido se transmitirá.
En el Sistema Nervioso Central, la mielina está formada por otro tipo de células de la glía, los oligodendrocitos, con muchas prolongaciones, que se enrollan alrededor de axones de varias neuronas.
La mielina es de color blanco, por lo que decimos que los axones mielinizados de las neuronas forman la llamada materia blanca. Por otro lado, los cuerpos neuronales, que no están mielinizados, constituyen la materia gris. Así, la corteza cerebral es gris, al igual que el interior de la médula espinal (en este caso los somas o cuerpos neuronales se disponen en el centro y la mayoría de axones discurren por la periferia).
La pérdida de la mielina por enfermedades ocasiona graves trastornos del sistema nervioso, pues los impulsos eléctricos no se conducen con suficiente velocidad o se detienen en mitad de los axones. Suelen ser autoinmunes, y en este caso el sistema inmunológico ataca a la mielina al considerarla como una sustancia desconocida, ajena al organismo. Cumple la función de proteger.
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