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INSTITUTO DE LOS ANDES

SISTEMA MOR: LA CONCENTRACIÓN

La Hora (Ecuador) - Según explica Ana Ríos, psiquiatra infantil, esta es una enfermedad universal que afecta el lóbulo frontal del cerebro.

Falta de concentración, ruido o gritos son muchas veces características propias de un niño, pero también pueden ser las primeras alertas acerca de un posible Síndrome de Deficiencia de Atención (ADHD, por sus siglas en inglés).

Según explica Ana Ríos, psiquiatra infantil, esta es una enfermedad universal que afecta el lóbulo frontal del cerebro. Esto hace que los infantes no presten la debida atención y sean impulsivos.

Este trastorno ha sido reconocido desde hace 50 años, pero no se conocían muchos casos debido a la dificultad que existía para diagnosticarlo. En la actualidad, gracias a los avances de la ciencia, es mucho más fácil de detectar.

Andrea Estrella, psicóloga clínica, explica que el ADHD puede tener varios orígenes, dependiendo del caso. Puede darse debido a sustancias en el cerebro, desequilibrio cerebral o emocional, o a herencia familiar.
 
Existen tres tipos
Se cree que los niños que presentan este trastorno tienen que presentar características de hiperactividad obligatoriamente. Sin embargo, Estrella explica que existen algunas formas en las que la enfermedad se origina y cada una muestra síntomas diferentes.
 
El primer tipo es la falta de atención. Esto se refiere a periodos de tiempo muy cortos en los que el niño puede concentrarse o mantenerse enfocado en una cosa. Se manifiesta en aquellas actividades que no gratifican al pequeño de forma inmediata o aquellas que le demandan un mayor esfuerzo mental.

El segundo presenta rasgos de hiperactividad, que significa excesiva actividad motora. Este comportamiento tiene distintos grados de severidad y se evidencia cuando el niño, aunque debe permanecer sentado no puede hacerlo o siempre está realizando alguna acción, a pesar de que esté haciendo otra. Por ejemplo mira televisión y juega al mismo tiempo. 
Finalmente, el tercer tipo presenta una mezcla de los dos anteriores.
 
Consecuencias y tratamiento
Un infante con ADHD no deja de ser inteligente, lo que pasa es que por su baja concentración se le dificultan algunos procesos. Así que si puede expresarse bien y realizar sus actividades con facilidad pero no logra un buen rendimiento en la escuela, puede ser debido a este problema.

Además, aquellos que sufren de hiperactividad pueden mostrarse demasiado impulsivos y tener problemas de conducta.

Estrella asegura que si un padre está preocupado por su hijo, lo primero que debe hacer es llevarlo donde un especialista que pueda realizar un diagnóstico certero. Si el problema no tiene un origen cerebral se puede corregir con terapia y ejercicios para la atención.

Pero si la condición del niño es más complicada se le debe recetar medicación, pero en una dosis mínima. De todas maneras, el trabajo debe hacerse entre un neurólogo, un psiquiatra y un psicólogo que aseguren el buen desarrollo del paciente.
 
Datos
Tan sólo el 5% de los casos que se presentan se dan debido a daños cerebrales.

La medicación es fuerte así que no debe abusarse de ella.

Tenga en cuenta
Algunos síntomas

No sigue las consignas o las abandona sin terminar su trabajo escolar, sus tareas en casa o su trabajo (que no sea debido a falta de comprensión).

Evita o le desagrada empezar actividades que requieren de un sostenido esfuerzo mental.

No puede permanecer sentado en clase o en situaciones donde se espera que lo haga.

Muchas veces tiene dificultades para esperar su turno.

No puede jugar durante la misma cantidad de tiempo que otros niños de su edad.

Se involucra en actividades que son peligrosas físicamente, sin considerar las consecuencias.

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