SISTEMA MOR: PROCESAMIENTO DE IMAGENES EN EL CEREBRO
MADRID, (EUROPA PRESS) - Investigadores del Instituto Max Planck (IMP) para la Investigación Cerebral, en Alemania, han descubierto que la vista puede ser entrenada y que las regiones del cerebro que están detrás del aprendizaje en la percepción consciente son diferentes de las que están tras de los efectos del aprendizaje en el proceso del estímulo.
Así, han demostrado que el proceso neuronal implicado en la percepción consciente es más flexible de lo que se creía, un avance que podría ser útil para rehabilitar pacientes con déficits sensoriales causados por lesiones cerebrales.
Los estímulos visuales experimentan una serie de etapas de procesamiento en su viaje desde el ojo hasta el cerebro. Cómo puede surgir la percepción consciente a partir de la actividad de las neuronas es uno de los misterios que los neurofisiólogos del MPI quieren resolver.
Según Caspar Schwiedrzik, que investiga el mecanismo neuronal de la percepción visual junto a sus colaboradores del Instituto Max Planck Wolf Singer y Lucia Melloni, "ahora sabemos que el procesamiento de estímulos en el córtex continúa siendo extremadamente plástica o maleable, incluso en los adultos".
En este estudio, los científicos analizaron si la percepción puede ser influenciada por un entrenamiento sistemático a largo plazo y si ese entrenamiento podría no sólo cambiar esta forma de procesar, sino afectar al hecho de que un estímulo sea percibido de forma consciente.
ENTRENAR LA HABILIDAD DE DISCRIMINACIÓN INCONSCIENTE
Diversos estudios clínicos han demostrado que algunos pacientes que sufrieron un ictus y por ello presentan una ceguera parcial, como resultado de un daño en el córtex visual, pueden discriminar entre estímulos que entran dentro de su campo visual muerto.
Esta habilidad de discriminación inconsciente puede ser mejorada con entrenamiento. No obstante, los pacientes reconocen que no ven las imágenes. En algunos casos, la percepción consciente de los estímulos puede mejorarse con entrenamiento. La pregunta es: ¿se puede aprender a 'ver de forma consciente'?.
Para investigar esta cuestión en pacientes sanos, los científicos de Frankfurt desarrollaron un método experimental con el que se podían medir diferentes efectos del aprendizaje sobre la percepción. Los científicos mostraban a estos sujetos imágenes de dos formas geométricas diferentes --un cuadrado y un diamante-- en una pantalla en una rápida sucesión y en una secuencia ordenada al azar.
Después se les pidió que señalaran diferencias entre ellas. La visibilidad de las imágenes fue limitada poniendo una máscara poco después de cada imagen, que hacía la forma invisible.
El experimento fue diseñado para que los individuos, inicialmente, no pudieran diferenciar las imágenes y para que fueran subjetivamente invisibles. Los individuos fueron después entrenados durante varios días. Cada fase del entrenamiento implicaba la presentación de imágenes seguidas de una máscara.
Tan pronto como el sujeto, apretando un botón, qué forma se le había mostrado y cómo ella o él había visto la forma, se mostraban el siguiente estímulo y la siguiente máscara. Este proceso fue repetido 600 veces al día.
Tras varios días, los individuos podían discriminar mejor entre los diversos estímulos. A partir de los índices de visibilidad de los estímulos, los científicos pudieron concluir diciendo que la percepción subjetiva de los participantes en este experimento se había incrementado también: las imágenes ahora entraron en la conciencia. Así, los científicos demostraron con éxito que también es posible aprender a ver de forma consciente.
RESULTADOS "REVELADORES"
La cuestión seguía siendo, sin embargo, averiguar cómo el objetivo y no necesariamente consciente proceso del estímulo y su subjetiva percepción consciente estaban vinculados. Para comprender mejor los pasos de este proceso individual y localizarlos en el cerebro, los autores realizaron este experimento una vez más. Durante este tiempo, la imagen y la máscara eran mostradas en una parte diferente de la pantalla y así eran procesadas por una parte diferente del cerebro.
Según Lucia Melloni, "los resultados fueron reveladores". "Mientras que los efectos del aprendizaje por puro proceso de estímulos, que es la discriminación de formas, se perdió con la reorganización espacial de los estímulos, la mejor visibilidad de las imágenes, ese es el efecto de aprendizaje en términos de visión consciente, permanecieron".
Por lo tanto, el procesamiento objetivo y la percepción subjetiva de los estímulos parecen estar menos estrechamente vinculados de lo que antes se pensaba. Los dos efectos del entrenamiento parecen estar basadas en dos partes diferentes del cerebro.
Según Schwiedrzik, "estos experimentos han demostrado que el proceso neuronal que se oculta bajo la percepción consciente es muy flexible". Estos descubrimientos proporcionan importantes avances para su aplicación médica, en particular para la rehabilitación de personas que presentan déficit sensoriales causados por lesiones cerebrales.
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