LA HISTORIA DEL DAIQUIRI 01-10
EL CICLON DEL CARIBE
01 LA HISTORIA DEL CICLON DEL CARIBE
02 - En la misma escalinata del avión, en mi primera visita a Cuba, pude sentir el encanto del Caribe. La brisa se mecía entre las diferentes tonalidades del intenso azul del cielo y el mar. Complementaba el cuadro una brillante luz de pleno sol, que lo alumbraba todo con dorado resplandor.
03 - Creo que venía predispuesto para disfrutar del placer de la naturaleza, influenciado por el Almirante de la Mar Océano, don Cristóbal Colón, quien fue el primero en entusiasmarse con esta isla al calificarla como “el lugar más hermoso que ojos jamás hayan visto”.
04 - El primer capítulo de la historia del Daiquirí, sabroso y sensual cóctel, fue escrito en medio del mágico encuentro de dos mundos diferentes, en 1493, cuando los embajadores del placer intercambiaron la transparencia de las volutas del tabaco por el ardiente dulce de la caña de azúcar y por supuesto, su hijo predilecto, el ron, el verdadero ciclón del Caribe.
05 - La gente de Cuba es entrañable, los buenos amigos se encargaron de que mi estadía, con fines académicos, fuera realmente inolvidable. Recorrimos literalmente de palma a palma “La Habana Vieja”
06 - A través de sabios relatos pude transportarme a finales del siglo XVIII, en pleno barrio de Monserrate, al lugar del más famoso bebedero de todo el Caribe: “La Piña de Plata”.
07 - Dos arcos de sillar nos señalaban uno la calle del Obispo y el otro a la calle O’Reilly, en medio una hermosa plaza donde se lucía con sus puertas abiertas, en clara señal de amistad, este famoso lugar, ofreciendo a los sedientos jugos, infusiones y un incomparable trago del ardiente ron.
08 - Con el paso de los años, en 1771, vino la época del hielo. Don Francisco de Arango y Parreño presentó una solicitud para traer a esta bella ciudad la maravilla del frío, “para que los habaneros puedan gozar cabalmente del clamoroso estío”.
09 - El señor Gobernador, Marqués de Someruelos, aprobó la iniciativa. Primero se lo importó desde Veracruz y Boston, pero en 1805, el “rey del hielo”, el gringo Tudor, obtuvo el monopolio de su fabricación en Cuba.
10 - Los alegres bebedores de ron comenzaron a probar las alternativas con el nuevo y frío elemento, compitiendo con sorbetes, nieve endulzada y helados. La Piña de Plata estaba en todo su esplendor.
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