En el corazón de un pueblo de La Rioja española, una bodega puso en manos del genial arquitecto Frank Gehry la construcción de su hotel de lujo. El pueblo se revolucionó, se escucharon críticas y todo aquello que rodea a las obras que se adelantan a la época. Sus detractores esperan despertarse un día y descubrir que ese monstruo de titanio junto al campanario de su iglesia medieval fue sólo un mal sueño. Sin embargo, los amantes del arte moderno y de los vinos fuera de serie, tienen un nuevo templo para su culto.
Las bodegas de los Vinos de los Herederos del Marqués de Riscal están estratégicamente ubicadas en Elciego, un pueblo de La Rioja alavesa donde las vides nacen con un don: el de transformarse en vinos blancos que conquistan el mundo.
Pero eso no ha resultado suficiente para este clan de inquietos bodegueros. Ya en 1858 innovaron con sus métodos de producción. En 1972 fueron los primeros en impulsar la Denominación de Origen Rueda y recientemente inauguraron su más ambicioso proyecto: la Ciudad del Vino. Así como París tuvo su Haussmann, Elciego encontró su Gehry. El famoso arquitecto que sacó de su letargo a Bilbao con el Museo Guggenheim, dio vida en medio de este apacible pueblo a un nuevo gigante que ahora domina la geografía y le arrebata el protagonismo a las modestas casitas bajas de muros desteñidos.
El Hotel Marqués de Riscal The Luxury Collection conjuga la tradición vitivinícola más arraigada con el vanguardismo, el lujo y la última tecnología del siglo XXI. La nueva Ciudad del Vino es el cuerpo de una mente brillante y rupturista. Para ella, Gehry utilizó un nuevo lenguaje arquitectónico, incluso más elevado que el del Guggenheim. Esa compleja ecuación de números, acero, titanio (pintado con los colores de la bodega) y arte se transformó en una impactante estructura de casi 9.000 m2, en un complejo que alcanza los 100.000 m2. 43 habitaciones, dos restaurantes, salas de estar y de catas, bar, una biblioteca enológica y un spa de vinoterapia. La perla: la Edición Limitada del tempranillo Frank Gehry Selection 2001, para el que el arquitecto canadiense diseñó la etiqueta.
Fernanda Soulé
Información provista por la Escuela Argentina de Sommeliers |
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