ECOLOGIA - VINOS EN ESCOCIA
Escocia podría verse obligada a cambiar su bebida nacional, el whisky, por el vino si continúa el calentamiento global. El aumento de las temperaturas creará las condiciones perfectas para la producción de vino en Escocia en los próximos 70 años, según afirman los expertos. Por el contrario, el calor podría suponer el fin de la bebida nacional escocesa porque el calentamiento hará muy difícil cultivar los ingredientes necesarios para la fabricación del whisky. El profesor Richard Selley, del Imperial College de Londres, afirma en un estudio que “el incremento de la temperatura en Escocia rondará los dos grados en 2080, lo que significa que podremos producir vino. Obviamente, no serán las condiciones ideales para cultivar cebada o trigo por lo que tendremos que beber whisky islandés”. Así, las solitarias Highlands (las tierras altas de Escocia) o la zona del Lago Ness podrán rivalizar un día con el Valle de Napa de California y crear variedades de Pinot Noir o Chardonnay. No habrá que esperar mucho. El profesor Selley sostiene que el primer viñedo podría incluso ser productivo y rentable en los próximos cinco años. Su estudio ha tenido una buena acogida entre los granjeros de las Highlands. Norrie MacLaren, de Ardnamurchan, opina que “es difícil imaginar con los veranos que estamos teniendo que no podamos cultivar vino. Las plantas que vendemos están cambiando por el calentamiento global. Por eso sería genial que pudiéramos empezar a comercializar vino”. Pero lo que puede ser una buena noticia para los viticultores no lo es tanto para los productores de whisky. De hecho, actualmente estudian métodos para aumentar su producción y afrontar una cada vez mayor demanda de India y China sumada a menores áreas de cultivos. Todo ello puede conllevar una dramática subida en los precios del whisky durante los próximos años. (EL CONFIDENCIAL) |
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