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INSTITUTO DE LOS ANDES

CREADORES DE VIDA

Otros avances científicos han sido recibidos con escándalo, con alarma, con irritación. En el caso de la primera célula sintética -un ser vivo manufacturado por el hombre-, la palabra es más bien perplejidad porque si hay un concepto evidente en la mente humana es la frontera que separa la vida de la materia inerte. Ahora, sin embargo, el mundo ve salir la vida de un tubo de ensayo. No es una cuestión de creencias, o no solo. Hasta las fuentes eclesiásticas se han confesado estos días admiradas por el logro del científico y empresario Craig Venter, uno de los padres del genoma humano. La creación de una célula viva con un genoma artificial -sintetizado por métodos químicos de la primera a la última letra- no refuta una religión, ni horada una ideología. Más bien traiciona un instinto.

Algunos científicos y bioéticos discuten que el experimento suponga la creación de vida artificial. Puntualizan que Venter no ha creado vida, sino que solo la ha imitado, o admiten que ha creado vida, pero no "desde cero". Son objeciones válidas. La célula sintética es casi una copia de una bacteria natural, y realmente no es valiosa en sí misma. Pero supone la prueba de principio de que se pueden crear células con genomas enteramente artificiales, de que la técnica funciona y sirve para generar células vivas a partir de una mera secuencia genética guardada en un ordenador. Pese a todo, los proyectos de Venter son de una índole muy práctica. El principal es diseñar un alga unicelular que convierta en combustible la luz solar y el CO2 atmosférico. Su empresa ha firmado un contrato con la petrolera Exxon que puede alcanzar los 600 millones de dólares de inversión. Otros proyectos buscan producir vacunas, ingredientes alimentarios o diseñar células que limpien aguas contaminadas.

Han surgido también preocupaciones lógicas. Se han mencionado los riesgos bioterroristas y de seguridad pública. Diseñar un agente infeccioso letal no está al alcance de cualquiera, pero sí preocupa que se usen las secuencias de los patóge-nos ya existentes para fabricar uno. Obama ha encargado un informe a sus asesores que puede conducir en seis meses a la primera regulación legal de la creación de vida. Todos los sectores la reclaman, empezando por los propios autores de la investigación, aunque nadie sabe muy bien en qué puede consistir. Tiempos interesantes los que nos ha tocado vivir. elpais.com

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