EL CHIP GENÉTICO
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC ) ha diseñado un sensor de ADN ultrasensible aprovechando recientes avances en nanotecnología. Se trata de un chip genético que, en un futuro, podría usarse en el diagnóstico precoz de enfermedades como el cáncer, que requieren de una detección rápida para maximizar las posibilidades de éxito en el tratamiento.
La innovación aprovecha las fuerzas generadas cuando el agua se confina a escala nanométrica, es decir, en una superficie inferior a la millonésima parte del diámetro de un pelo. Los resultados han permitido al equipo dirigido por Javier Tamayo y Montserrat Calleja desarrollar una tecnología capaz de generar chips genéticos con una sensibilidad 100 veces superior a los dispositivos utilizados hasta el momento.
Los autores consideran que este descubrimiento supone un avance en biología molecular y ha permitido acelerar la obtención de resultados en múltiples tipos de investigaciones en el campo de los sensores de ADN. Una vez que el genoma humano se ha secuenciado, el chip genético (compuesto también de silicio) es la herramienta que permite a los científicos analizar de forma simultánea la expresión de miles de genes, para determinar qué funciones cumplen cada uno de ellos.
«A partir de ahí, biólogos y médicos pueden diseñar fármacos o estrategias de diagnóstico temprano», apuntaron.
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